Emprender un negocio no es tarea fácil, y mucho menos hacerte un hueco en un mercado tan competitivo. A veces un gran producto y servicio no es sinónimo de éxito. En estos casos, la gestión de la empresa, y la proyección de esta en el exterior se debe trabajar y cuidar minuciosamente pues la diferencia entre lo bueno y lo muy bueno, a veces se encuentra en los detalles.
Los emprendedores alaveses han empezado a trabajar los conceptos de la Responsabilidad Social Empresarial junto con SEA Empresarios Alaveses desde su fase más embrionaria. La integración de las preocupaciones sociales y ambientales en las políticas de la empresa, permite a las empresas dotar de un valor añadido a sus negocios. No estamos hablando solo de beneficios o ahorros indirectos como podrían ser los gastos de luz, agua,...sino también beneficios directos como los generados a partir de campañas de marketing donde traslademos a nuestros clientes los valores éticos en los que se sustenta nuestro negocio.
Y es que, como la vida misma, aprender y cambiar es más fácil cuando eres joven, que cuando te haces mayor. 😉
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